Ser
emprendedor es una de las profesiones más difíciles y desafiantes que
una persona puede elegir, y es muy difícil predecir a quién le irá bien.
Si estás pensando en lanzar una empresa, he aquí un cuestionario para
ayudarte a pensar si estás listo para la aventura que tendrás por delante:
1. ¿Le dices a todos que eres un emprendedor?
Los
emprendedores rara vez tienen tiempo de anunciar al mundo que son
emprendedores; están demasiado ocupados y enfocados en su trabajo como
para preocuparse por la forma en que los demás los perciben.
2. ¿Estás trabajando en tu negocio a tiempo completo, o al menos esa es tu meta?
Emprender
no es algo a medio tiempo o un relleno entre empleos asalariados. O
estás dedicado a ello con la meta de hacer tu negocio exitoso, o no
sobrevivirás al largo plazo. Si la seguridad laboral y los horarios de
trabajo regulares son importantes para ti, ¡entonces esto no es para ti!
3. ¿Qué te motiva para empezar tu negocio?
No
eres un emprendedor si estás lanzando tu negocio estrictamente por
dinero. Es cierto que todos necesitamos ganarnos la vida (y si
permaneces enfocado y le dedicas esfuerzo, algún día podrías ganar mucho
dinero) pero el dinero no puede ser tu motivación principal.
4. ¿Cuáles son las metas de tu negocio?
Los
emprendedores generalmente no inician con la visión de crear enormes
corporaciones. Yo no tenía planes de crear una compañía mundial más de
lo que Steve Jobs imaginó que Apple se volvería cuatro veces más valiosa
que General Electric: Me dispuse a hacer música, y Steve quería
construir computadoras. Prácticamente a eso se resumía todo.
5. ¿El temor al fracaso te impide poner a prueba tus ideas?
Los emprendedores no le tienen miedo al fracaso, sino más bien aprenden de él y siguen adelante. Algunos de los mayores desestabilizadores que el mundo empresarial ha visto han ido a la bancarrota en pos de sus sueños; Henry Ford y Walt Disney, por mencionar a dos de ellos.
6. ¿Te preocupa lo que la gente piensa de ti?
Como
adjunto a la anterior respuesta, ser emprendedor requiere de una piel
gruesa y una alta capacidad para tolerar la incomodidad. Si tienes
problemas con el riesgo o las críticas, entonces no deberías meterte en
los negocios. Y eludir la culpa no es una opción: En los primeros días
de tu negocio, el rechazo no tiene donde más recaer que en ti, así que
necesitas poder manejarlo.
7. ¿Te gustan los reflectores?
Tienes
que ponerte al frente. Si no estás preparado para dar un paso adelante y
ser el rostro de tu compañía de vez en cuando, estarías mejor
trabajando para alguien más. No te preocupes: Si alguien que abandonó la
escuela, tímido y disléxico como yo pudo superar su terror a hablar en
público, entonces cualquiera puede.
8. ¿Tus empleados tienen que hacer todo a tu modo?
Si
eres del tipo de administrador que quiere que las cosas se hagan “a mi
manera o te vas”, entonces nunca vas a ser un emprendedor; la capacidad
de delegar y de colaborar son rasgos claves.
9. ¿Crees en ti mismo y en tus ideas?
Los desestabilizadores
rara vez proponen ideas que son instantáneamente comprendidas por todos
a su alrededor. Deben tener una confianza inquebrantable en sus propias
convicciones; y hasta más. Los emprendedores tienen que confiar en sus
instintos y negarse a rendirse cuando su audaz nueva idea sea atacada como inviable, a menudo por razones muy sensatas. Los que creen en la sabiduría popular no deberían participar.
En
1983, cuando Virgin Records era nuestro principal negocio y yo estaba
trabajando en iniciar una aerolínea trasatlántica, si hubiera puesto
atención a las escandalizadas afirmaciones en el sentido que yo estaba
“totalmente loco”, entonces Virgin Atlantic Airways nunca habría
existido. ¡Eso no significa que estuvieran equivocados!
Cualquiera
que sea la industria, se requiere una enorme cantidad de espíritu
emprendedor, hambre, deseo, valor y algo de locura al estilo de David
para tomar una honda y competir con los afianzados Goliats de la
industria. Lo cual me lleva a la siguiente pregunta.
10. ¿Estás un poco loco?
Si
no, quizá no estás hecho para la vida de un emprendedor. Hay muchas más
gratificantes y mucho menos traicioneras formas de ganarse la vida,
pero pocas son la mitad de divertidas.
Los rasgos que comparten los desestabilizadores
Los
emprendedores que abren nuevos caminos deben convencer a otras personas
de creer en sus ideas poco convencionales. Para hacer eso, debes tener:
– Valor: Los desestabilizadores deben poder confiar en sus instintos.
– Tenacidad: Las ideas audaces a menudo van en contra de la sabiduría popular, así que los desestabilizadores tienen que estar listos para defenderse. También deben tener un firme deseo de competir con los jugadores establecidos.
– Una piel gruesa:
Es probable que enfrentes críticas y, en los primeros días de tu
negocio, tú eres el pararrayos de los rechazos, así que necesitas poder
manejar cualquier negatividad que venga en tu dirección.
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