
Mi hijo de 12 años de edad frecuentemente ha tratado de lanzar nuevos negocios, pero se frustra cuando fracasan. Trató de elaborar y vender billeteras. Después intentó vender sus obras artísticas. También estableció un servicio de poda de césped, pero su mamá y papá fueron sus únicos clientes. Quiero que siga aplicando sus ideas, pero no sé cómo ayudarlo a tener éxito. ¿Alguna sugerencia?
Debbie Mitchell, Texas
En
primer lugar, su hijo no debería sentirse desalentado, con toda su
actividad inquieta, ya está empezando muy bien. De hecho, ya ha dado el
primer paso, que es simplemente decidirse a actuar, está mostrando
buenos instintos. Una regla de oro para mí y para el Virgin Group es: en
cualquier negocio que usted decida emprender, su producto o servicio debe mejorar la vida de sus clientes. Su servicio de podar el césped ciertamente pasa la prueba.
Los
emprendedores deben correr riesgos cuando empiezan nuevos negocios, y
la mayor parte de estas empresas no funcionan la primera vez que se
intentan. Ahora necesita dar ese segundo paso, que es aprender de sus
errores y asegurarse de no repetirlas en un segundo intento.
Mis
propios intentos para hacer negocios cuando era un escolar fueron más o
menos tan exitosos como los de su hijo. Cuando era adolescente hice la
prueba con varios negocios, esperando ganar dinero suficiente para dar
un buen impulso a mi carrera empresarial. Hay dos que destacan por lo
súbito de su fracaso.
Cuando tenía 13
años de edad intenté cultivar árboles de Navidad en un campo cercano a
mi hogar en Sussex, Inglaterra, con la ayuda de mi mejor amigo, Nik
Powell, quien después fue mi socio de negocios. Pensamos que lo árboles
crecerían rápidamente y estarían listos para ser cosechados menos de dos
años después.
Durante las vacaciones
de verano plantamos 400 arbustos, y después regresamos al internado y
esperamos que nuestra fortuna creciera. Habíamos calculado que si los
árboles crecían 1,80 metros los podríamos vender por dos libras cada
uno, lo que generaría una utilidad de 800 libras con nuestra inversión
inicial de 5 libras. Pero, al regresar a casa ese verano, descubrimos
que los conejos se habían comido lo sembrado y nuestros planes se desvanecieron.
Mi
siguiente empresa consistió en budgerigars (un pequeño perico
australiano), de los que yo sabía que se multiplicaban rápidamente y los
podría vender todo el año y no sólo antes de Navidad. Calculé cuánto me
costaría comprarlos, lo que costaría su alimentación y en cuánto podría
venderlos. Después, persuadí a mi padre de que construyera un enorme
aviario. Las aves se multiplicaron rápidamente, y pronto todos en la
aldea tenían cuando menos dos.
Estas
historias pueden ser cómicas, pero, en retrospectiva, es indudable que
aprendí mucho de esas experiencias. Antes de empezar la producción de mi
revista Student a los 16 años de edad, me aseguré de que habíamos
vendido suficientes anuncios para cubrir nuestros costos de operación e
impresión. Aunque éramos una operación muy modesta (nuestro teléfono era
el de una caseta cercana) tenía la seguridad de que cualquier venta de
nuestra revista se destinaría a pagar a mi personal, y ¡quizá incluso
para tener una utilidad!
Es importante que su hijo siga tratando. Está en la ruta correcta con el negocio de podar el césped. Es un servicio que mucha gente quiere y lo pagarían de buen grado.
Juntos,
ustedes dos deben dar una segunda mirada a unos cuantos factores claves
para ver si ajustan una o dos cosas, podría dar un fuerte impulso a los
Servicios de Jardinería:
1. ¿Está
bien el precio? ¿Están cobrando demasiado? ¿Cuánto cobran otros chicos?
¿Cuánto cobran las empresas profesionales de jardinería?
Si no sabe cuánto cobrar, puede intentar el enfoque radical. Ofrezca podar el jardín sin costo y dígales que si quedan satisfechos con el resultado, pueden pagar cualquier cantidad que les parezca apropiada. Nunca se sabe, podría ganar más dinero que el que esperaba.
2.
¿Tiene un equipo moderno? Quizá necesite invertir en una mejor podadora
para ayudar a su hijo a atraer a clientes, quizá la gente en su barrio
desee utilizar el césped cortado para una composta, o aprovechar las
hojas. Es asombroso cómo un préstamo de la familia enfoca la mente de un
emprendedor.
3. Investigue para
encontrar a la gente que probablemente sean sus clientes potenciales. Si
el Sr. Smith, de la casa vecina, se lastimó la rodilla esquiando, es
muy probable que le encantaría que alguien le podara el césped. ¿Hay
otras personas cercanas que posiblemente necesiten ayuda extra, por
cualquier razón? ¿Vecinos ancianos, o una pareja joven con un bebé
nuevo, o alguien que se va a ir de vacaciones?
4.
¿Puede ampliar los servicios que ofrece? A ciertas personas les gusta
podar ellos mismos su césped, ¿podría ofrecer desyerbar jardines, lavar
autos o retirar la basura? Si su hijo demuestra que es confiable y
trabaja duro, la gente puede contratarlo para más servicios.
5.
Ofrezca donar algunas de sus ganancias a la caridad local. Eso puede
persuadir a la gente a contratar sus servicios, dado que también estará
haciendo algo bueno para la comunidad.
Finalmente he aquí un consejo que siempre me ha ayudado: busque algún elemento de diversión, alegre, para vender sus servicios.
Aprenda una canción, diga algunos chistes y, sobre todo, sonría cuando
trabaje. Es asombroso lo mucho que se puede lograr con un poco de buen
humor.
Richard Branson
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